domingo, 7 de julio de 2013

Alberga Palacio De La Autonomía Universitaria exposición Posada alterado

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Alberga Palacio De La Autonomía Universitaria exposición Posada alterado
Fecha: 2013-05-31  

Agustín Sánchez
El primer taller que tuvo José Guadalupe Posada en la ciudad de México fue en una vecindad que ocupaba el terreno del templo de Santa Teresa la Antigua. Aquella construcción fue demolida y se construyó ahí elPalacio de la Autonomía Universitaria.
Justo en ese lugar donde empezó a desarrollarse la obra cumbre del artista gráfico, se le rinde un tributo que forma parte del Homenaje Nacional por el Centenario de su muerte con la exposición Posada Alterado y la presentación del libro La Portentosa Vida de José Guadalupe Posada.
Posada Alterado forma parte de las actividades extramuros con las que la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México celebra a la vez el 7ª Aniversario de la Fábrica de Artes y Oficios (Faro) Tláhuac. Dicha muestra está formada por 15 grabados realizados por jóvenes participantes en el Taller-Clínica de Gráfica Contemporánea que impartió el artista plástico Demián Flores.
La muestra se exhibe hasta el 30 de junio en el Palacio de la Autonomía Universitaria (Primo Verdad 2, Centro Histórico) y la presentación de la carpeta se realizará en el Museo Nacional de la Estampa este jueves 23 de mayo a las 16:00 horas.
Durante dos semanas, los participantes trabajaron para combinar en sus trabajos la línea iconográfica de Posada con aspectos políticos y sociales de la actualidad. Así, entre las obras expuestas se pueden ver piezas como Iztapa-Ladra, una sátira sobre los perros que presuntamente atacaron y quitaron la vida a varias personas en el Cerro de la Estrella.
Para Demián Flores, la importancia de esta exposición radica en que no sólo es oportuna porque se suma al Homenaje Nacional a Posada, sino que la convocatoria que lanzó el Faro Tláhuac permitió a los jóvenes acercarse a él a través de una reinterpretación o reinvención de su obra, en la que los participantes reflejaron los temas que les atañen y preocupan.
El proyecto se volvió un laboratorio de procesos creativos,  donde se trató de recuperar la parte lúdica de la gráfica, los procedimientos de la tradición del grabado —como su producción en madera— y se procuró que esta forma de hacerlo guiara cada una de las expresiones de los jóvenes, explicó Demián Flores.
“El resultado son propuestas muy frescas; conllevan una parte de arraigo de cada uno de estos jóvenes. Creo que logró armarse un buen cuerpo de trabajo que puede hablar de las expresiones actuales de la juventud”, afirmó el artista contemporáneo.
Otra de las ventajas, opinó, fue la posibilidad de abrir espacios a los jóvenes para expresarse en un ámbito en el que cada vez es más difícil conseguirlo. “De repente surgen espacios como éste que si bien vienen de instituciones, se cruzan con esta parte de la construcción civil de la sociedad cultural. Es muy importante este tipo de proyectos que proponen alternativas, desde el sitio para la exhibición. Hay que buscar lugares, experiencias y formas de distribución alternas, eso es lo que hace que este país sobreviva”, enfatizó.
En cuanto al libro La Portentosa Vida de José Guadalupe Posada, su autor Agustín Sánchez González, quien tiene 20 años investigando al artista gráfico, explicó durante la presentación que se trata de una reconstrucción de la vida del caricaturista, que rompe con muchas de las ideas preconcebidas en torno a él.
“Se hace una reconstrucción de su muerte dolorosa, triste y terrible en Tepito, para después crear una historia cronológica que va desde su vida en su tierra natal, Aguascalientes, su trayecto a la ciudad de León, Guanajuato, donde hace grandes obras, y su llegada a la Ciudad de México”, comentó el autor.
Así, el texto derriba mitos como el que Posada sólo hacía calaveras, pues aunque este tema en su producción es el más conocido, sólo abarca el cinco por ciento de ésta. Y se enfatiza sobre el trabajo que desempeñó ilustrando de todo, desde juegos de mesa como la oca hasta las imágenes de los santos que aparecían en las oraciones a estos, un libro de cocina de un autor francés, o un libro de poemas de Friedrich Schiller.
También se habla sobre su hijo Juan Sabino, del que nadie sabía, y de personajes con los que se cruzó, como el abuelo de Octavio Paz, Irineo Paz, quien lo llevó a trabajar en algunos periódicos de la época.
“Se trata de conocer a un Posada que es constructor de una imagen que prácticamente nos da identidad mundial, que es La Catrina. Él es el creador del símbolo universal de los mexicanos, ése es su tamaño”, comentó el autor.
El libro La Portentosa Vida de José Guadalupe Posada se puede conseguir solo o acompañado de un grabado hecho a partir de una placa original de José Guadalupe Posada, perteneciente al grabador Alejandro Alvarado Carreño. Sólo se hicieron 100 copias para el texto y se pueden conseguir en la Librería Madero junto con el libro.

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